Internacionalización en Lenguas

La formación académica en idiomas, orientada a la docencia, la traducción o la investigación, implica una necesaria y fluida conexión con el resto del mundo. De allí se deduce la importancia que tienen las experiencias de internacionalización en nuestra Facultad. 

Año tras año, estudiantes de grado de las diferentes secciones y carreras, docentes y estudiantes de posgrado enriquecen su formación a través de la participación en convocatorias que los y las conducen a diferentes lugares del mundo como embajadoras y embajadores de nuestra Casa y de la UNC. Además, en forma remota -durante la pandemia- y de manera presencial -ahora-, nuestras carreras albergan a estudiantes provenientes de otras universidades del mundo que se integran y enriquecen la experiencia de la comunidad académica de Lenguas.


Embajadoras y embajadores de la Facultad de Lenguas en el exterior

Te invitamos a conocer a quienes nos representan o nos han representado recientemente en el exterior:  

Sol Buffa: estudiante del quinto año de la Licenciatura en Lengua y Literatura italianas y del Profesorado de Lengua Italiana. Actualmente, hasta junio de 2022, se desempeña como Asistente de idioma español en la Universidad de Bolonia.

Axel Arold: estudiante del Profesorado y traductorado de Inglés. Actualmente se desempeña como pasante en el Servicio de traducción al español del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) perteneciente a las organizaciones internacionales conexas al sistema de las Naciones Unidas.

Agustina Oliva: Profesora de Lengua Inglesa. Se ha desempeñado hasta el mes pasado como Directora de la Casa Hispana en McDaniel College.

Martina Donzelli: estudiante del quinto año del Profesorado, la Licenciatura y el Traductorado de Inglés. Hasta este mes, ha estado cursando algunas asignaturas en la Universidad Autónoma de Madrid.

Joaquín Gnavi: estudiante del Profesorado y Traductorado de Inglés. Actualmente se desempeña como pasante en la Organización mundial de propiedad intelectual (OMPI).

Daniela Quiróz: Profesora de Lengua Inglesa. Se ha desempeñado hasta el mes pasado como Asistente de idioma en la Universidad de Washington & Lee.

Matías Torrejón: Traductor Público Nacional de Inglés. Se desempeña como pasante remoto para Naciones Unidas, Nueva York.



Estudiantes internacionales en nuestra Facultad

Además, la experiencia de internalización se complementa con los aportes de un grupo de cinco estudiantes de intercambio que provienen de Alemania, España y Francia. Durante el desayuno de bienvenida que les organizó nuestra Secretaría de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales, aprovechamos para conocer un poco más a Antonia, Leonhard, Lucas, Noelis y Quentin. Además de la breve presentación que hicieron en nuestras redes sociales, Antonia (Toñi) nos acercó un texto que sintetiza sus impresiones de este primer mes aquí:

"Mi nombre es Toñi y vengo de la Universidad de Murcia, en España. Mi carrera de origen es Lengua castellana y literatura, y aquí, asisto a la Facultad de Lenguas. Curso cuatro asignaturas, a saber: Análisis del lenguaje en uso en Argentina; Teoría y crítica del discurso latinoamericano; Didáctica del español como lengua materna y como lengua extranjera y Análisis de las variaciones del español contemporáneo, a cada cual más maravillosa. En ellas me he encontrado con profesores fabulosos, con un carácter muy peculiar en los que destaco su cercanía y amabilidad, con don de buenas gentes y preocupados realmente por la enseñanza de su alumno. El ambiente de clase se torna diferente: participativo, tranquilo e integrador; bastaría con mencionar la confluencia del mate, el cual se comparte y te introduce a un ambiente colectivo.  

Elegí Córdoba por saldar un amor del pasado. Con el Amor conocí la existencia de esta ciudad, cree una idea de su encanto, sus bellos parajes verdes y sus ríos, así como el habla, sus gentes y el carácter cordobés. Pero se ceñía a una virtualidad que limitaba las emociones, era algo que debía sentir, vivir y apreciar por mí misma. Al ver la opción de Córdoba, la decisión estaba tomada.  

Recuerdo llegar con cierto desencanto (y sí, amoroso, de esos que todos tenemos) que afloraba mi tricotilomaniosis. Conseguí dejar maleta  y “agarrar un colectivo” en busca de un lugar donde despejar la mente. Sentía la curiosidad por encontrar un lugar verde, sobre todo verde, y con agua, donde bañarme. Traía conmigo un libro, La Isla, el cual llevaba leyendo un tiempo. El autobús me acercó hasta la Serranita, un paraje encantador que despertó por primera vez un rayo interior de emoción. A la vera del rio me bañaba, caminaba sobre la orilla y, tras contemplar aquel rincón natural que acababa de descubrir, encontré un lugar para leer. Era imposible la concentración: salpicaban sobre mí exaltaciones de emociones que me hacían mirar hacia el paisaje, el cielo, respirar, de nuevo contemplarlo, suspirar e inundarme de presente: había cruzado el charco, estaba en Argentina, estaba en Córdoba. Con una sonrisa inesperada, me mudé de lugar hacia donde las gentes se bañaban. Todavía no he descifrado esta conducta –aunque empiezo a entenderla-  de como una pareja de mujeres quiso interactuar conmigo. Les sorprendió mi tonada y a mí me sorprendió su acento. Tan naturales, tan amables me abrigaron con su conversación y me ayudaron, realmente.  Me proporcionaron contactos, números, consejos y – todavía se me cae la baba cuando recuerdo los dos trozos de tarta a los que me invitaron. Una experiencia deliciosa, en todos los sentidos.  

Por suerte encontré un piso – departamento- pronto y comencé la Universidad. Esta me hizo descubrir nuevos caminos de emociones: dejé un lado La Isla y me embauqué con campos desconocidos, unos guiados por José Martí o José María Arguedas y sus ríos profundos; otros guiados por la cantada del acento cordobés ¿me “paasás” el mate?, por no mencionar su rico y peculiar léxico (el cual se torna tan diferente al mío, a pesar de ser español) y otros guiados - un total descubrimiento - por el cuarteto, que con la primera nota ya me está moviendo el cuerpo. 

He visitado lugares: San Clemente, Mar Chiquita, Villa General Belgrano, Villa Carlos Paz, Buenos aires, entre otros, y espero poder visitar más. Son lugares bonitos y dispares mas los acompañan y crean más lindos sus gentes. He paseado por Güemes, Nueva Córdoba, visitado el Mercado de las Pulgas... y siempre se descubre algo nuevo: un lugar pintoresco, un olor diferente o una nueva palabra que desconocía. A propósito, me gustaría mencionar la comida autóctona. NO entiendo cómo puede estar tan rica, sabrosa, jugosa, placentera, amorosa, exquisita, suculenta, satisfactoria, embriagadora, gustosa apetitosa, de rechupete, de chuparse los dedos… ¿Qué sé sho?  Excelente, aunque me gustaría resaltar especialmente el locro, la humita y el choripán.  

Y bueno, tras un mes en la ciudad, debo decir que todo se le quedaba corto y parece que, a pesar de traer una idea en la mochila, voy a tener que facturar una “valija” de emociones para la vuelta, o dos (y quizás una segunda plaza en el avión)."

Para conocer más sobre los convenios y las acciones de internacionalización en Lenguas, recomendamos visitar la página web de la SRII.